1. Otra vista del mismo canal, junto a algunos campos deportivos. Por suerte, el agua aún no está congelada, aunque en el norte del país sí y eso podrá dar lugar a una tradición de patinaje que más adelante explicaré, aunque claro, tan sólo si dicha carrera se realiza.
2. Cualquiera que se enfrente por vez primera a las peripecias de la nieve y de las heladas sufre una experiencia casi ineludible, que resulta de lo más divertida y con la cual hay que tener cuidado: darse un sentón! Siráni ya probó lo frío de la nieve y lo resbaladizo del hielo... jajajajajaja!
3. Para recuperarse del frío Siráni regresa a casa y se dispone a beber un calientito ponche mexicano, bebida tradicional de la época, porque en mi país de origen también puede llegar a hacer mucho frío y a nevar, en especial en los estados del norte y en todas las zonas montañosas que recorren sus geografía de norte a sur en occidente y en oriente.
El ponche se elabora con: tecojocote, guayaba, tamarindo, canela, clavo, piloncillo (que en otros paises se conoce como panela), ciruelas pasas y caña de azúcar y se le sirve en tazoncitos de barro. Es reconfortante y mmmmmhhhh... delicioso! Si se es adulto, se le puede agregar un poquitito de ron, lo que recibe el nombre de "piquetito".
Tengo que aclarar, esa receta fabulosa de mi mamá no se puede repetir en estos lares, aquí no hay tejocotes, ni guayabas, ni tampoco tamarindos, así que habrá de conformarse con té de rooibos ("Aspalathus linearis" que es una deliciosa planta sudafricana) o con un café, que en Nederland constituye casi una bebida nacional, ya sea negro o capuccino o verkkerd (con más leche que café) y siempre caliente, fuerte, oloroso y acompañadito de un chocolatito o de una galletita.
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