Esta vez, el pescado resultó delicioso y claro, Sofía no podía pederse la oportunidad de probarlo, ya que en casa a todos nos encanta!
También pudo ver la artesanía neerlandesa, sin embargo, el clima no ayudó mucho y por eso el paseo terminó pronto y ya en la tarde, cuando la tormenta había pasado, aprovechó para ir a dar una vuelta por el boulevard de Scheveningen, rumbo a la zona más turísitica y tomarse algunas fotos junto a las ya emblemáticas esculturas sobre cuentos infantiles, que desde 2004 adornan el sitio.
![]() |
Hans Brink (personaje de cuento holandés) escultura de Tom Otterness. |
![]() |
Detrás de ella está la obra: El gigante que llora, del artista arriba mencionado. |
A pesar del mal tiempo, el día estuvo lleno de buenos momentos en compañía de queridos amigos y todos decidimos volver en el 2017, ya que se ha convertido en una tradición anual muy divertida.
Pronto haré otra entrada del verano, que estuvo lleno de aventuras muñequiles, por acá les espero y ojalá me hagan algún comentario, puesto que me alegra mucho leerlos.
Saludos y besos desde Holanda.