La espera ha concluído por fin!
La Prima Pérez ha llegado a casa, después de alrededor de casi 30 años de espera, pues yo nunca antes había tenido a este miembro de la familia Pérez mexicana, cuya altura es de apenas 38 centímetros y su boquita rememora a las actrices de los años dorados del cine mudo.
Como este nueva pequeña no contaba con ropa propia, Akemi y Sirani de inmediato le prestaron alguna de su ropita nueva y es con ésta última, que no le queda demasiado bien, pero que por el momento le sirve, que la Prima saluda a todos desde su nueva morada.

Renata o la Prima Pérez.
Su nombre es en honor a la soprano-spinto italiana, Renata Tebaldi (1922 - 2004) cuya voz me formó en los primeros años de la infancia, al escuchar sus grabaciones cada vez que visitaba a mi abuela y a la hermana menor de mi madre.
Recuerdo con precisión que desde la primera vez que escuché a la mágica voz italiana interpretar la segunda ópera (la tragedia) de Il Trittico de Giacomo Puccini, Sour Angelica (estrenada en 1918), me convertí de inmediato en melómana irredenta!
Asimismo, la hermanita menor de mi mejor amiga de la niñeza llevaba ese nombre, en honor a la gran cantante arriba mencionada.

Akemi la recibe con los brazos abiertos.

Sirani le comenta cuan impacientes la esperaban!

Sonia le dedica cariñosas palabras de recibimiento.

Juanita le brinda todo el cariño de la familia Pérez en Holanda.
Renata ha tenido un largo viaje, además de haber pasado por las expertas manos de uno de los últimos especialistas mexicanos en restauración de muñecas, ya que en el céntrico hospital de muñecos, recibió un "tratamiento" de repintado de sus rasgos faciales, peinado y fue paciente de una "cirugía"oftamológica!
Ahora, por completo restablecida, se avoca a colaborar con sus primas mayores para organizar su fiesta de bienvenida, así como se interesa en la elaboración de las prendas que poco a poco constituirán su guardarropa.