La cercanía geoeconómica con Estados Unidos ha sido un factor determinante para que desde hace alrededor de 5 décadas se lleven a cabo fiestas de Halloween, con todos sus elementos gótico-mágico-lúdicos, el 31 de octubre.
No obstante, la gran "fiesta" se celebra de manera ininterrumpida desde la etapa prehispánica el 1 y el 2 de noviembre: el Día de muertos...
Motivo por el cual, Citlali comparte con todos lo que ha "vivido" este año, antes de partir a su nueva casa en Holanda.
para mi mamá y mi papá 2.
En la noche del segundo día del onceavo mes, los cementarios se llenan de colores, flores, humo oloroso y delicioso de copal, platillos variados, panes de dulce, calaveritas de azúcar, café y chocolate caliente, rezos, risas y recuerdos, muchos recuerdos...
Los hogares de todo el país se llenan de colorido por el papel picado, las ofrendas y los invitados y la memoria adquiere un papel principal, pues se recuerda y honra a los ausentes y se producen nuevos recuerdos que darán pie a la nostalgia futura.
Este año pude reunir en una deliciosa cena a mis 2 papás, mi mamá y a la esposa de mi papá 1, que para mí es más como una querida tía, además, convivieron con todos nosotros mis hermanos menores, sus esposas y sus preciosidades de niñitas, por todo lo cual, esa noche se ha convertido en una de las más bellas que he vivido en los últimos 7 años.
Gracias a todos mis amigos y a todos mis familiares.
tengo curiosidad por la calavera dulce! a que sabia??!
ResponderBorrarbsotes
Hola Princesita de París,
ResponderBorrarLas calaveritas de azúcar son dulcísimas y deliciosas...
En esta ocasión mi mamá nos regaló angelitos de chocolate puro, con leche y blanco, según el gusto de los invitados, pues las calaveritas de su ofrenda son más para una colección que durará alrededor de 5 años, después comprará nuevos modelos.
Aunque claro, si uno se quiere comer una, cosa muy común en estas temporadas, puede hacerlo, ya que están pintadas con tintes naturales y no llevan nada tóxico, eso sí, hay que quitarles los adornos de papel, que por supuesto ¡no son comestibles! ¡jajajajajajajaja!
Besitos hasta la bella París.